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Santo Domingo.– El expediente judicial sobre la tragedia de la discoteca Jet Set revela que los propietarios del establecimiento permitieron que dos ciudadanos haitianos no calificados realizaran reparaciones en el techo del local, semanas antes del colapso que dejó más de 235 muertos y más de 170 heridos el pasado 8 de abril.
Los trabajadores, identificados en los documentos solo como “Caballito” y “El Grande”, eran ayudantes del encargado de mantenimiento Manuel Jiménez Mateo, quien tampoco poseía formación profesional en ingeniería civil ni estructura. A pesar de las visibles grietas y desprendimientos, se les habría encomendado aplicar parches de cemento, colocar lonas asfálticas y sustituir plafones rotos.
De acuerdo con el Ministerio Público, estas intervenciones no solo fueron improvisadas, sino también peligrosas:
“Se usó mano de obra no calificada para intervenir una estructura visiblemente comprometida. En lugar de contratar profesionales, se recurrió a obreros informales sin dirección técnica alguna”, dice el expediente.
Las autoridades sostienen que esta decisión evidenció un patrón de negligencia extrema y desprecio por la seguridad humana, ya que el techo ya había mostrado signos de debilitamiento desde 2024 y había sido objeto de múltiples reportes internos.
Esta práctica violaría varios artículos del Código Penal Dominicano, la Ley de Seguridad y Salud en el Trabajo, y la Ley de Migración, al permitir el uso irregular de mano de obra extranjera para tareas críticas sin documentación ni formación especializada.
La Fiscalía solicitó prisión preventiva por 18 meses para Antonio Espaillat, así como arresto domiciliario y restricciones migratorias para Maribel Espaillat, también involucrada en la administración del local.
