Cada 15 de mayo se celebra el Día Internacional de las Familias, una fecha proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1993 con el propósito de crear conciencia sobre el papel esencial que desempeñan las familias en la educación de los hijos y en la construcción de sociedades más justas y equitativas.
Aunque la definición tradicional de familia ha evolucionado en las últimas décadas debido a los cambios sociales, culturales y económicos, la ONU continúa considerando a la familia como la unidad básica de la sociedad. Este día invita a reflexionar sobre cómo las dinámicas familiares impactan en el desarrollo individual y colectivo, y cómo deben adaptarse a los retos contemporáneos sin perder su función social fundamental.
Un recorrido histórico
El interés de las Naciones Unidas por los temas relacionados con la familia comenzó en la década de 1980. En 1983, la Comisión de Desarrollo Social instó a promover una mayor conciencia sobre las necesidades y desafíos familiares. Esta preocupación se concretó en 1989 bajo la resolución 44/82, cuando la Asamblea General proclamó 1994 como el Año Internacional de la Familia , y finalmente en 1993 se estableció el 15 de mayo como su día conmemorativo anual.
La familia es más que una estructura afectiva. Es también una unidad económica y social que desempeña un papel esencial en la transmisión de valores, la protección de sus miembros, la cohesión comunitaria y la educación de las nuevas generaciones. A través de ella se forman los primeros lazos afectivos y se enseñan principios que favorecen la convivencia y el respeto mutuo.
Hoy en día, existen diversas formas de familia que responden a la pluralidad y a los cambios del mundo moderno: familias monoparentales, extendidas, reconstituidas o encabezadas por parejas del mismo sexo, entre otras. Esta diversidad no disminuye su valor, sino que resalta la necesidad de políticas públicas inclusivas que apoyen a todas las configuraciones familiares.
las Familias y el desarrollo sostenible
En 2015, con la adopción de la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), se reafirmó el rol de las familias como agentes clave para erradicar la pobreza, promover la igualdad de género, garantizar una educación de calidad y contribuir al bienestar general. Las políticas familiares que reconocen y fortalecen su rol son esenciales para el cumplimiento de estos objetivos.