Cada 17 de mayo se celebra el Día Mundial del Horticultor, una fecha destinada a reconocer y valorar el trabajo esencial de los hombres y mujeres que, con sus manos y su conocimiento, cultivan los alimentos que llegan a nuestras mesas.
La fecha fue establecida por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) como homenaje a quienes se dedican a la propagación de plantas, mejora de cosechas, producción de abonos, ingeniería genética, bioquímica y fisiología vegetal, así como al almacenamiento, procesamiento y transporte de frutas, bayas, frutos secos, verduras, flores, árboles, arbustos y césped.
Los horticultores contribuyen a mejorar el rendimiento, la calidad y el valor nutricional de las cosechas, así como su resistencia a insectos, enfermedades y cambios ambientales.
¿Qué es un horticultor?
Un horticultor es mucho más que un sembrador. Se trata de especialistas en el cultivo de hortalizas, frutas, verduras, flores y plantas medicinales o aromáticas, generalmente en huertos. Su labor abarca:
- Selección de especies.
- Siembra, cuidado y cosecha.
- Mejora del rendimiento y calidad nutricional.
- Protección frente a plagas y enfermedades.
- Innovación con técnicas como ingeniería genética o agricultura ecológica.
La horticultura, que proviene del latín hortus (huerto), surgió hace unos 13.000 años, junto con la transición del ser humano de nómada a agricultor sedentario. Fue el inicio de la agricultura como base de la civilización.
Curiosidades sobre la horticultura:
- Terapéutica y saludable: practicar horticultura es ideal para personas mayores; mejora la memoria, reduce el estrés y fortalece el cuerpo y el ánimo.
- Influencia lunar: se cree que la luna llena es la mejor fase para sembrar y cosechar.
- Paisajes curativos: los huertos y jardines tienen un efecto positivo en el bienestar emocional y la salud mental.