Cada 16 de mayo se conmemora el Día Internacional de los Celíacos, con el objetivo de divulgar información, sensibilizar y concienciar a la población sobre la enfermedad celíaca, una condición que afecta aproximadamente al 1% de la población mundial y cuya prevalencia se ha incrementado notablemente en los últimos 25 años.
Esta efeméride también busca fomentar la detección precoz y el tratamiento oportuno para mejorar la calidad de vida de las personas que viven con esta enfermedad.
¿Qué es la celiaquía?
La celiaquía es una enfermedad autoinmune y hereditaria caracterizada por una intolerancia permanente al gluten, específicamente a las prolaminas contenidas en ciertos cereales como trigo, avena, cebada y centeno (TACC).
Cuando una persona celíaca consume gluten, su sistema inmunológico reacciona causando una inflamación crónica en la mucosa del intestino delgado, lo que afecta la absorción de nutrientes. Esta condición puede manifestarse en cualquier etapa de la vida, desde la infancia hasta la adultez avanzada.
Dieta libre de gluten
El único tratamiento eficaz para la enfermedad celíaca es mantener una dieta estricta sin gluten de por vida. Este cambio alimenticio permite mejorar los síntomas, regenerar las vellosidades intestinales y normalizar los niveles serológicos.
Beneficios de una dieta libre de gluten:
- Mejora de los síntomas en aproximadamente 2 semanas (más lenta en niños).
- Recuperación de la mucosa intestinal.
- Normalización de estudios clínicos en 6 meses.
Alimentos naturalmente libres de gluten:
- Huevos
- Carnes y pescados frescos
- Arroz, maíz, quinoa, trigo sarraceno
- Frutos secos y semillas
- Aceites, manteca y crema de leche
- Algunos embutidos aptos
- Café
- Leche y yogures aptos para celíacos
No obstante, se estima que 1 de cada 3 adultos celíacos tiene dificultades para mantener una dieta sin gluten, ya sea por desconocimiento sobre el etiquetado o por el alto costo de los productos específicos.
Síntomas de la enfermedad celíaca
Los síntomas pueden variar según la edad y en muchos casos, incluso estar ausentes. A continuación, se detallan algunos de los más comunes:
En niños:
- Vómitos
- Diarrea
- Baja estatura y peso
- Retraso en el crecimiento
- Anemia
- Aparición de hematomas
- Irritabilidad
- Abdomen distendido
En adolescentes:
- Diarrea
- Dolor abdominal
- Baja estatura
- Dermatitis
- Cefaleas
- Retraso puberal
- Estreñimiento
En adultos:
- Pérdida de peso sin causa aparente
- Diarrea
- Pérdida del apetito
- Cambios en el comportamiento
- Dermatitis herpetiforme
- Convulsiones
- Infertilidad
- Ataxia (problemas de coordinación)
- Miocardiopatía
- Anemia
- Osteoporosis
Importante: algunas personas pueden ser asintomáticas, lo que dificulta el diagnóstico temprano