Santo Domingo.- Tras más de 50 días hospitalizada y cuatro solicitudes rechazadas por el Seguro Nacional de Salud (Senasa), Jennifer Tavera, de 24 años, denunció este miércoles que su seguro médico no le cubre insumos fundamentales para continuar su tratamiento en el Hospital Salvador B. Gautier, donde permanece ingresada desde la tragedia ocurrida en la discoteca Jet Set.
Jennifer, quien es la única sobreviviente aún internada en un centro público tras el derrumbe, se encuentra en la sala de cirugía plástica a la espera de un injerto de piel en su pierna izquierda. Sin embargo, no ha podido ser intervenida quirúrgicamente debido a que Senasa no le cubre las esponjas necesarias para operar el sistema VAC, una máquina que permite drenar fluidos y favorecer la cicatrización.
“Pasa que los materiales de esa máquina son muy costosos y el seguro lo estaba cubriendo, pero ahora no lo está cubriendo. Ellos (Senasa) dicen que mi plan no lo cubre”, explicó Tavera en declaraciones ofrecidas a la prensa.
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El sistema VAC (cierre asistido por vacío) es un método médico especializado que succiona el líquido segregado por heridas complejas, reduciendo infecciones y acelerando la regeneración del tejido. Aunque la máquina aún está conectada a su pierna derecha, no funciona por la falta de las esponjas específicas que debe absorber el paciente si el seguro no las costea.
Según narró la joven, su pierna se encuentra inflamada, empieza a desprender mal olor y su condición se deteriora día a día mientras espera una solución. “Yo tengo casi dos meses aquí, yo estoy desesperada”, confesó entre lágrimas.
Mientras un equipo del periódico Listín Diario conversaba con los familiares de Jennifer, personal de Senasa llegó al hospital alegando que visitan a los pacientes todos los días para brindar apoyo. Sin embargo, esta afirmación fue desmentida por los familiares de la joven.
“Primera vez que yo las veo a ellas. Ellas vinieron ahora porque yo salí. Yo hablé con los doctores, con el subdirector y tal vez a ellas les llegó esa información y por eso vinieron”, expresó Castillo, una pariente cercana.
Tavera dijo haber intentado sin éxito comunicarse con diversas instituciones para obtener la ayuda necesaria, mientras el tiempo sigue pasando y su salud se mantiene en pausa.
Este caso vuelve a poner sobre la mesa la discusión sobre las limitaciones de cobertura de los planes de salud en el sistema público y las consecuencias humanas de los vacíos en la atención médica a pacientes en condiciones críticas.